La cocina
no siempre existió, los hombres se alimentaba de lo que podían.
Tras la evolución de la raza
humana, el Homo Sapiens adquirió unos hábitos alimenticios que se
basaban en la caza de grandes animales. Pero también practicaban la
recolección de frutas, raíces, hojas y tallos.
Los
alimentos se consumían crudos, por lo que la esperanza de vida era
muy baja.
Con la
aparición del fuego, la cocina acababa de nacer. El hombre empezó a
cocinar los alimentos y eso evitó la transmisión de enfermedades.
El método más utilizado fue el asado.
Las
primeras herramientas eran fabricadas con piedras. Después
de utilizar piedras huecas y conchas, los hombres fabricaron
recipientes para la cocción de sus alimentos. Pasando desde la
piedra al cobre, el bronce, el hierro y hasta el vidrio.
A su vez la caza fue sustituida por la ganadería.
El ser
humano aprendió el arte de la agricultura, las mujeres comenzaron a
cultivar las semillas que recogían, esto significo el asentamiento
del hombre. El ser humano paso de ser nómada a ser sedentario. Los
primeros cultivos fueron el trigo, la cebada y la avena. También se
consumían frutos del manzano, el cerezo, el ciruelo y el peral.
Después
de la prehistoria, la cocina siguió evolucionando.
La
dieta del pueblo egipcio
variaba dependiendo de la clase social de los individuos. Es probable
que las clases dirigentes, incluyendo el faraón, comieran dos, o
quizás tres veces al día. Por el contrario las clases trabajadoras
seguramente tomaban un simple desayuno de pan con cebollas, y luego
hicieran una comida principal bien pasado el mediodía.
Tanto
los ricos como los pobres consumían gran cantidad de panes y
pasteles, elaborados con harina de semillas y rellenos de higos o
dátiles, aunque es probable que las clases bajas solo tuvieran
acceso a este tipo de pasteles en los días de fiesta y ocasiones
especiales.
Los
griegos por su parte tenían otro tipo de gastronomía.. La
cocina griega es fundamentalmente mediterránea, sus productos
básicos son el aceite de oliva, el vino, las legumbres y los
pescados. La
antigua Grecia no destacaba por sus platos elaborados, eran muy
simples y austeros en su realización. Por lo que la
cocina griega es la madre de la cocina de occidente.
Por
otra parte el pueblo romano destacaba por la incorporación de muchos
vegetales que eran desconocidos hasta entonces.
En
el imperio romano se hacían tres comidas diarias: desayuno, almuerzo
y cena.
Los
romanos organizaban grandes banquetes. Tan amantes del placer de
comer eran que a medida de estos debían retirarse al “vomitorium”
en donde excitándose la garganta con plumas de pavo real, devolvían
lo comido para aliviarse el vientre y poder continuar comiendo.
muy buena narracion
ResponderEliminarComparto el comentario: muy buena narración y muy interesante la historia antigua.
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