En la actualidad podemos hablar de la armonía del color y de de las formas a la hora de presentar los alimentos y decorar los platos.
Los sabores básicos, el salado, el dulce, el amargo y ácido, se complementan con otros nuevos sabores que se han ido descubriendo como es el caso del sabor unami que aporta el saborizante glutamato monosódico.
El glutamato es el saborizante más utilizado, sobre todo a nivel industrial. Se encuentra de forma natural en plantas y algas, pero sintetizado de forma artificial se añade a numerosos platos y salsas, sobre todo de la cocina oriental, donde ha demostrado su capacidad de estimular el sabor unami o sabroso. Mejora el apetito en ancianos que parece que tienen disminuida la percepción de los sabores en general.
La cocina actual está llena de nuevos aditivos y saborizantes, muchos de ellos naturales, como extractos vegetales, o artificiales, aditivos químicos autorizados que estimulan los receptores del gusto, reforzando así el sabor propio de los alimentos.
A nivel práctico, estos saborizantes son líquidos , polvos o pastas usados como aditivos no sólo en alimentos, también en pastas de dientes o chicles para mejorar o cambiar el sabor.
Los saborizantes naturales son los obtenidos por extracción de fuentes naturales y con usos exclusivamente alimenticio. Por ejemplo, concentrados de frutas o esencias naturales de vainilla, de limón etc...
Pero la mayoría de las veces utilizamos sucedáneos artificiales, sustancias químicas que imitan los concentrados naturales,utilizados en la industria alimentaria como aromas artificiales de fresa o vainilla, usados en repostería y helados.
La clásica pastilla de caldo concentrado supuso un gran avance hace años, por su comodidad y fácil almacenaje, pero desde luego, ha alterado el sabor de platos y guisos, pero no lo ha mejorado. Una de estas pastillas de caldo puede arruinar el mejor guiso casero y llega un momento en que todo sabe igual.
La lista de saborizantes artificiales es tan extensa, oculta entre los aditivos E-,que prácticamente imitan cualquier sabor natural.
Pocas preparaciones reúnen tanta diversidad en la cocina española como el cocido o el asado.
El embutido en sus diferentes versiones es una preparación habitual en toda España.
En muchas de las cocinas regionales se emplea frecuentemente la fritura de los alimentos en aceite de oliva hirviendo, aplicándola tanto a carnes como a pescados. Una de las preparaciones clásicas de la cocina española es el sofrito,empleado en diferentes platos tradicionales.
Existe una gran afición por las verduras encurtidas, en especial por las aceitunas. También cabe destacar las berenjenas, los ajos , las cebollas y los pepinillos. El encurtido español posee un fuerte sabor a vinagre. Dentro de las preparaciones en vinagre se tienen los escabechados de pescados y aves.
Entre las salsas se encuentran la mahonesa, y el alioli.
En el terreno de la comida informal es muy popular en todo el territorio el bocadillo, una especie de sándwich elaborado con pan de corteza dura.Este bocadillo es tan habitual que se presenta en una gran variedad de formas y contenidos en los bares, siendo los más populares los de tortilla española, de calamares o el pepito de ternera. Algunos de ellos con ingredientes más simples como jamón o chorizo.
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